“Fuente Alegórica a la Entrada de Cumaná”
El patrimonio construido es la primera impresión tangible que percibimos de una ciudad, por medio de sus monumentos y paisaje urbano se observan las diferentes etapas de la historia escrita por una sociedad. En consecuencia, cada una de estas etapas, van configurando “Hitos Urbanos” que permanecen en la memoria colectiva, y ellos a su vez, contribuyen a sentar las bases de la idiosincrasia particular que distingue a cada cultura.
Para los cumaneses, hablar de “El Indio” es referirse a uno de los “Hitos Urbanos” más importantes, conjuntamente con la Iglesia Santa Inés y el Castillo San Antonio de la Eminencia. Desde su inauguración en 1955, fue la referencia obligatoria de acceso a la ciudad, que identificaba el amable espíritu de bienvenida demostrado por el pueblo cumanés.
Conjuntamente a sus cualidades estéticas y excelente manufactura, el Conjunto Escultórico, fue concebido para estar ubicado en el centro de una redoma, y ésta a su vez, funcionaría como elemento de distribución automovilístico y reductor de velocidad. Una característica que permitía recorrer las piezas y observarla desde distintos ángulos; similar a cuando una persona circula alrededor de una pieza escultórica en un Museo.
Después su movilización, en el año 2008, habría que preguntarnos ¿Cómo recordamos al Indio de Cumaná?, y si ciertamente, ¿Fue una solución ante la problemática del congestionamiento automotor?
Si bien es cierto, que la movilización de monumentos se ha efectuado como última alternativa para preservar la integridad física de un “bien patrimonial” en función de las necesidades de una colectividad, como por el ejemplo: la movilización de Abu Simbel y otros Templos ubicado a las orillas del rio Nilo, que debido a la construcción de la presa de Asuán quedarían sumergido bajo las aguas. La ejecución de los trabajos de la presa obligó, en el año 1959, a iniciar una campaña internacional para recoger los fondos necesarios para salvaguardar los monumentos. El macro conjunto, fue evaluado cuidadosamente por un grupo de profesionales, para luego ser trasladado bajo estrictitos parámetros técnicos, y finalmente, colocados centímetro a centímetro en su destino final con la misma disposición original.
Curiosamente, el mundo entero puso sus ojos en tal colosal obra, y a partir de este momento el gobierno de Egipto percibió el potencial patrimonial y turístico que tenía entre sus manos. Como resultado, con el apoyo de la UNESCO dictaminó una serie de estrategias destinadas a la protección, conservación y restauración del patrimonio arquitectónico y arqueológico. Y como consecuencia, esto permitió la salvaguarda de sus bienes culturales para las futuras generaciones, el apoyo económico de varias instituciones y gobiernos para el desarrollo de proyectos, la declaratoria de “Patrimonio de la Humanidad” de mucho de sus bienes, y como si fuera poco, convertirse hoy en uno de los destinos turísticos más visitados del mundo.
Es oportuno aclarar, que la “valoración del patrimonio cultural” no reside en las dimensiones tangibles que tenga un bien cultural o que tan antigua sea su construcción; más bien, se relaciona con los valores afectivos, simbólicos o históricos que le atribuya una colectividad, por ende, dicha colectividad se ve representada en estos “Hitos Urbanos” como parte de los elementos que la caracterizan.
Por su parte, el Instituto del Patrimonio Cultural Venezolano define la “valoración” de la siguiente manera: “Se refiere a la opinión que desde el punto de vista técnico (artístico, histórico, contextual, simbólico, estético) o afectivo, puede tener organismos especializados o una comunidad sobre las manifestaciones culturales, y que les confiere el carácter de patrimonio cultural.”[i]
Lamentablemente, en el caso del traslado de “El Indio de Cumaná”, no fue para ejecutar una obra de infraestructura de esta categoría, según los alegatos, fue movilizado para dar paso a la construcción de un elevado que resolvería el problema del congestionamiento. Sin embargo, esta decisión haría mellas en otros sectores de la ciudad, quienes recibieran el impacto del congestionamiento vehicular.
Como consecuencia final, nuestro “Hito Urbano” de bienvenida a la ciudad fue trasladado a un sitio anónimo, sin escala, un “No Lugar”, donde perdió su contexto urbano, su sentido de contemplación, y su pertenecía a la ciudad.
Hago referencia a los “No Lugares” en relación con el concepto planteado por el autor Josep María Montaner[ii], que me parece indispensable traer a colación: “Son no lugares en los cuales el usuario pretende pasar lo más rápido posible…En las autopistas, franjas de no lugares atraviesan lugares que sólo se anuncian pero nunca se visitan, que sólo se perciben velozmente…. El espacio de no lugares no crea ni identidad ni relación, solo soledad…”. Agrega lo siguiente: “En cambio, el lugar viene definido por sustantivos, por las cualidades de las cosas y los elementos, por los valores simbólicos e históricos; es ambiental y está relacionado fenomenológicamente con el cuerpo humano…. La recuperación de la idea de lugar también ha construido una crítica a la manera cómo se ha realizado la ciudad contemporánea. Y la revalorización de la idea de lugar estaría estrechamente relacionada con el inicio de la recuperación de la historia y la memoria….".
A partir de este momento la bienvenida a Cumaná fue desvirtuada, para convertirse en un “No Lugar”. Y muy velozmente, el visitante será recibido por la figura de Sucre, conocida como “La Piñata”, un fugaz vistazo al “El Indio”, y por último, percibir el impacto visual causado por la grotesca y agreste de masa horizontal de concreto prefabricado, mejor conocida como el “Mamotreto”
Es importante recalcar, que mientras que en otras ciudades las obras públicas ejecutadas por las Municipalidades van dirigidas estructurar los paisajes urbanos como “lugares” más amables, vivibles y confortables para los ciudadanos, con espacios de recreación, caminerías, bulevares, parque o plazas, en nuestra ciudad se privilegió el uso del vehículo como elemento indispensable.
Después de la experiencia vivida por los cumaneses, deberíamos preguntarnos ¿Que estrategias tiene las autoridades competentes para el desarrollo urbano de la ciudad? Y los ciudadanos, ¿Cuáles son sus aportes?
Sería muy largo contar aquí todo lo sucedido durante los meses de espera para la ejecución del traslado, restauración y ubicación final de El Indio, sin embargo, las fotografías que aquí les mostraré quedaran para la posteridad del pueblo cumanés, como testimonio de un momento histórico de nuestra ciudad. Todas las tomas se produjeron durante el proceso de encamisado y movilización del Conjunto Escultórico; tres largos días en los que muchos ciudadanos preocupados por el patrimonio de esta ciudad, tuvimos el gusto de compartir con el Restaurador Fernando Tovar, el Ingeniero José Luis Beauperthuy y su equipo técnico, a quienes agradecemos infinitamente haber movilizado y restaurado “El Indio” después de los destrozos que produjeron manos inescrupulosas.
Ana Teresa Oropeza
Más fotogáfías en Traslado del Conjunto Escultórico
Para más información de los sucesos previos al traslado del Conjunto Escultórico El Indio de Cumaná, puede dirigirse a la página http://www.ahces.net de Amigos de la Herencia Cultural del Estado Sucre. http://redatarrayavenezuela.blogspot.com/
Informacion sobre el Restaurador Fernando Tovar
https://fernandodetovar.wordpress.com/2016/07/12/indio-de-cumana-plaza-del-giuseppe-pizzo/
Informacion sobre el Restaurador Fernando Tovar
https://fernandodetovar.wordpress.com/2016/07/12/indio-de-cumana-plaza-del-giuseppe-pizzo/
Pág. Web recomendadas
[i] I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano, Instructivo para el llenado de fichas. Instituto del Patrimonio Cultural. Ministerio de Educación Cultura y Deporte. Consejo Nacional de la Cultura, Despacho del Viceministro de la Cultura. Caracas, febrero 2004.
Desde Argentina Maltilde de Abelleyra me comento a mí correo personal lo siguente:
ResponderEliminar"Releyendo los mails me encontre con este que no habia leido. Me hizo acordar al totem de la Plaza Canada nuestro y compare las fotos de Basta de Demoler con estas y las conclusiones a las que se llega estan a la vista: afuera d enuestros limites territoriales les importan las estatuas, esculturas y monumentos. Pareceria ser que a nosotros, como argentinos, nos molestan y dejamos que el tiempo y los violentos las destruyan o mutilen. A lo mejor es porque somos un pueblo tan heterogeneo y los "no lugares" se multiplican permitiendo crearlos a los que las trasladan sin sentir su presencia simbolica. Somos atipicos y una obra material que recuerda algo es un anclaje historico y testimonial que buscamos que desaparezca para seguir siendo como adolescentes que cambian al ritmo de sus impulsos. Sino no se entiende, para mi, tanto ensañamiento con algo material."
Matilde de Abelleyra
aaaa con que asi la hicieron
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